En los primeros tres meses del año, la faena resultó igual a la de enero-marzo del año pasado.
En abril, con 1,02 millones de cabezas, la matanza cayó tres por ciento a causa de los feriados, los paros y las lluvias. En marzo, las exportaciones fueron de sólo 11,3 mil toneladas (res con hueso), registro que mejoraría en abril cuando la oferta de novillos pesados y vacas habría sido algo más generosa.
En cuanto al perfil de la faena, debe decirse que en abril el porcentaje de hembras habría superado 45 por ciento, índice alejado sin duda de un proceso de retención de vientres.
Si se analiza la faena de enero-marzo por categorías, se observará que sigue cayendo la faena de novillos (17 por ciento), lo que coincide con la percepción de la industria frigorífica, y que cae también la faena de novillitos (siete por ciento). Por el contrario, aumenta un 15 por ciento la matanza de terneros machos, categoría cuya faena se ha triplicado en los últimos ocho años, siendo hoy (por su plasticidad) la categoría estrella del feedlot .
Entre las hembras, en el primer trimestre del año se observa una caída marginal en la faena de vacas (0,6 por ciento), mientras crece la matanza de vaquillonas un 13 por ciento y la de terneras, 12 por ciento. Así se consolida el esquema cría– feedlot –bajísimos pesos de faena–consumo.
El año pasado, la faena total de hembras (incluye vacas, vaquillonas y terneras) totalizó 5,46 millones. Se puede estimar que de acuerdo con los datos del primer cuatrimestre del año, la faena de este año sumaría 5,79 millones de cabezas, o sea un seis por ciento más.
Según publicó La Voz del Interior, los primeros tactos conocidos hace unas semanas no reflejaban un cambio importante en el porcentaje de preñez con respecto al año anterior. Los primeros análisis corresponden a rodeos de punta con servicio estacionado y parición temprana. En estos casos, las vacas de cría se preñaron en un alto porcentaje antes de mediados de diciembre, momento en que comenzó la seca y la ola de calor en casi toda la zona pampeana.
Pero a medida que se van conociendo nuevos tactos se observa que para la mayoría de los rodeos de cría de la zona pampeana la ola de calor de diciembre y enero terminó afectando la preñez. Se refleja en una baja que hoy podemos estimar entre cinco y siete por ciento con respecto a los altísimos registros de la temporada anterior (primavera 2012).
Los porcentajes no han sido peores porque los servicios se extendieron a febrero e inclusive a marzo, lo que se refleja en un porcentaje importante de preñez cola.
Ahora, después de tres meses de lluvias excepcionales, el estado corporal de las vacas (y de la hacienda en general) luce muy bueno, pero el daño causado por la ola de calor de diciembre-enero se refleja en una menor preñez y en una menor calidad de preñez (parición tardía). Esta “camada” de terneros en marcha en la zona pampeana, entre cinco y siete por ciento menor que la anterior, nacerá en 2014 y se destetará en 2015. Esto se reflejará en una menor faena de equilibrio, parte en 2015 y el resto en 2016. Ahora sabemos dos cosas: que el stock ganadero ha dejado de crecer, y que la faena y producción de carne de equilibrio en el bienio 2015/16 será menor que la actual. En este otoño se está destetando una camada de, al menos, 300 mil terneros más que el año anterior, pero en 2015 ese destete caerá.
De todos modos, debería tomarse en cuenta el hecho que en la vacunación de la última primavera se habría encontrado cerca de 500 mil vacas más que el año anterior, por lo que se estaría dando la combinación de un menor índice de preñez, pero sobre un rodeo de vacas mayor.