La fertilidad de las vacas de leche es una de las principales preocupaciones en la ganadería actual. El coste de la infertilidad es muy elevado para el ganadero, tanto desde el punto de vista de los costes directos (aumento del número de inseminaciones artificiales), como de los indirectos, más difíciles de evaluar, como la pérdida de producción de leche o el aumento de la tasa de reposición.